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Declaración de la Asamblea anual de socias y socios de la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat

Barcelona, a 26 de mayo de 2016
 
El derecho de asilo pasa por momentos críticos en Europa. La Unión Europea y los Estados miembro lo están cercenando hasta el punto de empobrecer gravemente nuestros estándares en materia de derechos humanos. Esta realidad se ha acentuado en los últimos meses y semanas, pero la vulneración de ese derecho viene produciéndose desde hace años. Las políticas europeas de fronteras están guiadas por lo que los gobiernos llaman “lucha contra la inmigración irregular”, y contienen un conjunto de instrumentos que impiden a los refugiados llegar de manera segura a territorio de asilo. Esos instrumentos son variados: vallas y alambradas, patrullas policiales conjuntas, denegación de visados, sanciones a las compañías aéreas, etc., pero los más vergonzosamente efectivos son los acuerdos con los países vecinos para que sus policías hagan la labor de impedir a inmigrantes y refugiados llegar a territorio europeo. Europa paga por ello a esos países. Pero la consecuencia es que los refugiados se ven obligados a pagar a las mafias y a hacer tránsitos peligrosos. El Mediterráneo se ha convertido en una inmensa fosa común en la que han perdido la vida cerca de 30.000 personas desde el año 2000.
 
La Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat reclama la creación de vías legales y seguras para acceder a los Estados de la Unión Europea (reasentamiento, visados de asilo y humanitarios, asilo diplomático, corredores humanitarios, etc)
 
El reciente acuerdo entre la Unión Europea y Turquía es una vuelta de tuerca en la funesta dirección emprendida por los gobiernos europeos. Se paga a Turquía para que impida llegar a territorio de asilo a las personas que están huyendo de las guerras: sean sirias, afganas, iraquíes, eritreas, u otras; y además, se devolverá a su territorio a quienes consigan superar las barreras. En la práctica, supondrá la realización de expulsiones colectivas (aunque se haya dicho que se individualizarán), el rechazo de los refugiados sin el estudio de sus solicitudes de asilo o sin que las puedan presentar, y su devolución a un país que no puede ser considerado seguro; todo ello prohibido expresamente por los tratados internacionales. Además, Turquía (que ya alberga a millones de refugiados en su territorio), es un Estado en el que las condiciones tanto materiales como legales de los refugiados distan mucho de ser las mínimas necesarias para su desarrollo personal, su atención y su protección individualizada en función de sus necesidades (atención a los grupos vulnerables, etc.). por no hablar de que Turquía no es un Estado seguro para muchos solicitantes de asilo por mucho que los Estados y la Unión quieran hacérnoslo creer así, y menos con la actual deriva autoritaria de su Gobierno.
 
La Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat reclama la revocación de ese acuerdo y el cumplimiento por los Estados europeos de la legalidad en materia de derecho de asilo, y en especial de la Convención de Ginebra sobre Refugiados. El acuerdo ha sido denunciado por CEAR ante la Comisión Europa, el Consejo de Europa y el Defensor del Pueblo europeo
 
La reubicación de personas refugiadas desde Grecia e Italia que acordaron los Estados europeos está funcionando con fuertes restricciones y, sobre todo, con una lamentable lentitud teniendo en cuenta las pésimas condiciones en las que esas personas se encuentran. Los medios puestos por los Estados para poner en marcha la reubicación han sido escasos y más escasa aún ha sido la voluntad política de llevarla a efecto. Son mucho mayores los medios que algunos Estados miembro han dispuesto para el control y el bloqueo de las fronteras en las últimas semanas o meses. Celebramos que en los últimos días se haya decidido reactivar la reubicación, sin embargo:
 
Reclamamos al Gobierno español que cumpla la totalidad de su compromiso de reubicación en el plazo más breve posible, para aliviar el sufrimiento de las personas que están en los campamentos griegos, y para completar lo acordado antes de septiembre de 2016
 
Por otra parte, resaltamos que el derecho de asilo es un derecho individual, y que el compromiso de reubicación de 160.000 personas en la Unión Europea corresponde sólo a un pequeña parte de las personas llegadas en 2015 a territorio europeo, que son más de un millón. Sólo el conflicto sirio ha generado más de 4 millones de refugiados, por lo que la cifra de 160 000 reubicaciones no corresponde al alcance de la situación que se está viviendo. La reubicación debe ampliarse y, especialmente, el reasentamiento desde fuera de territorio europeo.
 
El reasentamiento de personas refugiadas desde fuera de la Unión Europea está en peor situación aún que la reubicación. Queremos remarcar que el Gobierno español no ha reasentado aún a nadie pese a haber suscrito el compromiso de hacerlo para 1.441 personas. Advertimos que sólo el reasentamiento puede poner fin a los trayectos peligrosos y a las muertes en el Mediterráneo. Por eso, además de pedir que se siga reactivando la reubicación de personas desde Grecia:
 
Reclamamos que se ponga en marcha el reasentamiento de personas desde Turquía, Líbano, Jordania u otros países en los que los refugiados se han concentrado, comenzando por el cumplimiento inmediato los compromisos que ya se han suscrito
 
Celebramos el esfuerzo que están realizando las instituciones públicas catalanas y su ofrecimiento para participar en una acogida mucho más intensa y numerosa que la que el Gobierno español está gestionando. Valoramos positivamente las propuestas realizadas por la Generalitat de Catalunya y algunos ayuntamientos, así como la labor que están realizando para localizar espacios de alojamiento y para sensibilizar a la opinión pública a favor de los refugiados.
 
A estas instituciones les pedimos recursos específicos para la ampliación de los dispositivos de acogida
 
En este sentido, manifestamos nuestra satisfacción por el acuerdo alcanzado con el Ajuntament de Barcelona, que nos permite complementar los dispositivos de acogida que financia el Estado, así como alargar la acogida para las personas o familias en situaciones más vulnerables. Por nuestra parte, como asociación, nos manifestamos dispuestos a colaborar con todas las instituciones para mejorar la acogida, realizar una reubicación más rápida y efectiva de personas desde Grecia e Italia, e iniciar el reasentamiento de personas desde Turquía y otros países.
 
Además, celebramos y somos partícipes del intenso movimiento social desarrollado en Catalunya a favor de una mayor acogida y solidaridad con las personas refugiadas. Las numerosas iniciativas que han surgido de la sociedad civil son la mejor prueba de que es posible una mejora sustancial en esa dirección.
 
Animamos a las entidades sociales y a las plataformas que han surgido a seguir presionando para ampliar la recepción de refugiados y en la defensa del derecho de asilo