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Manifiesto del Consejo Municipal de Inmigración de Barcelona

Manifiesto del Consejo Municipal de Inmigración de Barcelona contra el discurso del odio, el racismo y la xenofobia y por la no instrumentalización de la inmigración a las elecciones municipales

Ante las próximas elecciones municipales y europeas, el Consejo Municipal de Inmigración de Barcelona pide al conjunto de las fuerzas políticas la no instrumentalización de la inmigración y de las personas inmigradas en la campaña electoral.

Una de cada cuatro vecinas de Barcelona ha nacido o tiene sus raíces en un país extranjero. Todas ellas, regularizadas o no, son constructoras de la ciudad. Hay que valorar muy positivamente los valores y el trabajo hecho los últimos años por diferentes administraciones y organizaciones sociales, en especial de migrantes, que ha permitido construir un modelo de ciudad basado en su diversidad e interculturalidad como la mejor herramienta para trabajar por la convivencia y la cohesión social.

Barcelona es orgullosamente diversa, no solamente por origen sino que también es una ciudad abierta a la diversidad religiosa, de género, funcional, LGTBI, etc. Y, como en cualquier sociedad, esta riqueza comporta complejidades que en Barcelona hemos optado por gestionar en base a la cohesión, la convivencia y la interculturalidad.

En los últimos años se ha producido un importante crecimiento de la ultra derecha en Europa, también en el Estado español y en Cataluña. Este hecho ha provocado que incluso determinadas formaciones políticas de cariz fascista y racista hayan conseguido representación parlamentaria y formar gobierno o condicionarlo de forma decisiva en algunos territorios. Esto no solo es peligroso porque sitúa la extrema derecha en el ámbito institucional, sino que también la avala para emprender políticas públicas de retroceso de derechos fundamentales que fomentan la exclusión de los colectivos más vulnerables.

La normalización del discurso de la extrema derecha actúa de catalizador de las vulneraciones del derecho a la igualdad y a la no discriminación. Y en este contexto, las mujeres, las personas migradas, las racialitzades y las que divergen de la opinión y de la forma de vivir mayoritaria, ven como se las tilda de ser una amenaza cuando exigen que sus derechos sean garantizados.

Últimamente hemos visto como se pone en el punto de mira de los discursos y de las acciones xenófobas a colectivos que ocupan los escalones más vulnerables de nuestra ciudad, como los menores extranjeros sin referentes familiares o los vendedores ambulantes. El uso de discursos de odio va en contra de los derechos humanos y dinamita la convivencia entre vecinos, puesto que fomenta el enfrentamiento de la ciudadanía y la competencia por los recursos.

El CMIB reitera, como en anteriores marcos electorales, la importancia de no instrumentalizar la inmigración en los programas, estrategias y discursos en beneficio de intereses partidistas porque pueden destruir el trabajo de muchos años por el bien común.

El hecho de que la mayoría de personas migradas no dispongan de derecho a voto –ni a ser elegidas –puede propiciar estas prácticas para ganar votos. Garantizando la plena participación política de todos los vecinos y vecinas de la ciudad, no solo las erradicamos sino que también apuntalamos el sistema democrático.

Hace falta que formaciones políticas, administraciones y sociedad civil continuemos trabajando juntas con una visión de futuro compartida: la construcción de caminos positivos. Unos caminos que nos lleven a consolidar un modelo de ciudad respetuoso con la diversidad de la ciudad y faciliten la inclusión y la cohesión social de todos los barceloneses y barcelonesas.

Barcelona, 16 de mayo de 2019